Aceites Esenciales y Coronavirus

Aceites esenciales contra el coronavirus

Protocolos de tratamiento

En este artículo pretendo difundir la valiosa información que algunos expertos en este campo están compartiendo para ayudar en la lucha contra el coronavirus.

Los protocolos que ellos proponen han sido probados con éxito durante años contra virus de la familia del actual Covid-19.

Aquellas personas con experiencia en el uso terapéutico de los aceites esenciales pueden consultar la información disponible en los sitios de:

Antonia Jover
Aude Maillard
Marc Ivo Böhning

Estos autores ofrecen tanto sinergias a usar como medida preventiva, como protocolos en caso de infección. Naturalmente, en ningún caso sustituyen a la atención médica, que ha de buscarse urgentemente en los casos de riesgo, pero sí podemos evitar que el problema empeore y que pase rápido y con menos síntomas.

A los más novatos les aconsejo seguir el protocolo de Marc Ivo Böhning, ya que propone una sinergia de solo dos aceites fáciles de conseguir y baratos, a escoger de entre varios. Dice haber adaptado un protocolo contra el actual coronavirus partiendo de fórmulas que ha utilizado durante veinte años con miles de personas, en el tratamiento de otros coronavirus. Es adecuado para personas infectadas, pero que no requieren hospitalización o asistencia respiratoria.

Antes de utilizar los aceites sugeridos (que deben ser de grado terapéutico, aptos para uso oral ¡hay que saber comprarlos o no funcionarán!) la persona debe informarse de posibles contraindicaciones (en especial, embarazadas y menores).

Como Marc Ivo Böhning pide no hacer extractos de su documento, me voy a limitar a comentar los que yo usaría de entre los que propone, a fin de esquematizar y resumir para facilitárselo a las personas sin experiencia en la aromaterapia terapéutica.

En caso de contagio

Aceites a usar

Árbol del Té y Ravintsara a partes iguales.
Pongo aquí estos (de entre las listas sugeridas por Marc) porque, además de tener amplia experiencia personal con ellos, se encuentran fácilmente y, al menos el árbol del té, suelen tenerlo en las farmacias en stock, ya que se vende mucho.
En lugar de árbol del té, también la lavanda es fácil de encontrar (y nos va a aportar una inestimable relajación, además).
La lavanda también podremos aplicarla en masaje sobre el cuello y ganglios, en caso de que nos duela la garganta-

Aconsejo que las personas que no saben reconocer si un aceite esencial es de calidad terapéutica, los compren en farmacias.

Síntomas leves

En caso de síntomas suaves, como los de un catarro, aplicaría 4 gotas en pecho; unas seis horas después, 4 gotas en brazos (dos y dos); otras cinco o seis horas más tarde, 4 gotas en espalda. Así durante todo el tiempo que duren los síntomas y, pasados estos, cinco días más, disminuyendo la dosis.

Síntomas moderados

En caso de síntomas más graves, 10 gotas, 10 veces al día, aplicadas en diferentes puntos (como por ejemplo, cinco en cada brazo, luego en la espalda, etc). Así durante todo el tiempo que duren los síntomas y, pasados estos, cinco días más, disminuyendo la dosis.

Síntomas graves

Si los síntomas son alarmantes o la persona tiene factores de riesgo, de 3 a 10 ml repartidos por todo el cuerpo, de una sola vez, una vez al día durante dos días.

El uso de aceites esenciales no excluye la asistencia médica, y menos en un caso que podría empeorar de forma muy rápida. Usemos la razón y llamemos a u médico tan pronto parezca necesario.

Más información en español sobre este protocolo, así como la aplicación de un tratamiento adaptado a los niños, en el sitio de la profesora, Antonia Jover, o en un documento descargable gentilmente traducido y cedido por ella, aquí:

Medidas preventivas

Me gusta la propuesta de Aude Maillard y me he creado un pulverizador nasal. Según ella afirma, hace barrera a los virus. Seguiré usándolo en un futuro, sobre todo en los aviones.

El contacto de los aceites esenciales con la mucosa nasal y respiratoria ofrece inmunidad inmediata frente a los gérmenes presentes, gracias a las diversas propiedades antiinfecciosas de los aceites. Una película lipofílica aromática recubre la mucosa respiratoria para reducir las posibilidades de replicación del virus.

Aude Maillard

Se aplica una pulverización en cada fosa nasal cuando estamos expuestos (en lugares públicos), un máximo de tres veces al día, y está desaconsejado a menores de 15 años, en casos de asma y epilepsia, durante el embarazo y la lactancia, y si se sufre sangrado nasal.

Solución nasal antivírica

En un frasquito pulverizador de vidrio de 10 ml:

2 gotas de aceite esencial de laurel
2 gotas de aceites esencial de ravintsara
2 gotas de aceite esencial del árbol del té
10 ml (casi) de aceite vegetal de caléndula

En difusión, para limpiar el aire

Esto es muy importante sobre todo en lugares públicos, oficinas, si tenemos un enfermo en casa, o simplemente por prevención. Los aceites esenciales más adecuados son:

Árbol del té, ravintsara, eucalipto radiata, lavanda (lavandula angustifolia), saro, lemongrass y laurel.

Vía tópica

A fin de reforzar el sistema inmune y atajar el problema antes de que muestre síntomas, me aplico Ravintsara sola o en sinergia, por ejemplo, con laurel o lavanda. 5 gotas en cada brazo, dos veces al día. Dos o tres semanas seguidas y descanso unos días. O según lo vea. En pleno confinamiento no se sale mucho, pero si viene un repartidor con la mascarilla de adorno en la barbilla, como ya me ha ocurrido varias veces, es peligro más que sobrado para tomar precauciones.

He de decir que mi piel es muy reactiva y numerosas veces he sufrido alergias, prúritos y cosas rarísimas (¡hasta alergia al frío!) sin saber por qué, pero los tratamientos con aceites esenciales nunca me han dado un problema. Las personas que empiezan, quizá quieran usar dosis más bajas hasta coger confianza.

Hablaré más de este tema si surge algo interesante.

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