Atención Plena
Permanecer presente y vivir en el momento es simplemente “prestar atención a propósito” (Kabat-Zinn, 2003). Centrarse en lo que está sucediendo momento a momento, con pura conciencia y sin juicio. Si bien el concepto parece simple, la práctica en sí misma puede ser un desafío.
Vamos a ver algunas estrategias rápidas para ayudar a devolver tu energía al momento presente, sin hacer meditación, para que puedas recuperar tu poder interno y disfrutar de una vida más satisfactoria.
¿Por qué es tan importante mantener la atención en el aquí y ahora?
Bueno, porque la mayoría de nosotros gastamos demasiada energía pensando en el futuro y en el pasado. Esto puede causar preocupación, miedo y ansiedad innecesarios. Y, cuando pasas la vida centrado en esta energía de baja frecuencia, atraes más de lo mismo. Es otra forma más de inútil pérdida de energía que debemos evitar.
Mantenerte presente te ayuda a salir de tu cabeza, reconectarte contigo mismo y con todo lo que te rodea. Te mantiene conectado a tierra, equilibrado y centrado.
La práctica de traerte de vuelta al presente no solo te hace más feliz, sino que también puede ayudarte a escuchar a tu cuerpo y controlar el dolor, reducir el estrés y el impacto que tiene en tu salud, y mejorar tu capacidad para lidiar con emociones negativas, como la ira y la culpa.
Vivir en el ahora y estar presente en tu cuerpo puede ser difícil hoy en día. Los teléfonos, las noticias, las redes sociales y otros entretenimientos alejan tu atención de ti mismo y del momento presente.
Hay mucho a tu alrededor compitiendo por tu atención y energía. Y a veces, te enfrentas a mucha incertidumbre cuando vives en el presente, lo que te devuelve a la ansiedad.
Puede ser difícil, pero afortunadamente es posible cultivar esta conciencia y tomar mejores decisiones.
Trucos para Regresar al Presente
La próxima vez que te sientas desequilibrado, practica una o más de estas técnicas. Una vez que comiences a incorporarlas a tu día, volver al momento presente se convertirá en una segunda naturaleza.
Dirige tu atención a tus pies.
Intenta mover los dedos de los pies. Una vez que te enfocas en ellos, estás redirigiendo la energía de tu cabeza a tu cuerpo físico y a la Tierra. La Tierra es tu fuente de apoyo y fortaleza.En cada inhalación, llena tu abdomen de aire.
Llenar la parte inferior del abdomen intencionadamente al inhalar te llevará instantáneamente dentro de tu cuerpo.Escucha los sonidos que te rodean.
Estés donde estés, aísla tus demás sentidos y escucha lo que sucede a tu alrededor. Cerrar los ojos te puede ayudar en los comienzos de esta práctica.Céntrate en un objeto.
Concéntrate en observar algo en lo que tal vez nunca hayas reparado completamente: una vela parpadeante, una obra de arte o incluso tus propias manos. Mirar algo durante solo unos segundos puede devolverte al momento con intensidad.Apaga la música mientras conduces.
Limita el ruido para que puedas sentarte en silencio, ralentizar las cosas y estar solo contigo misma. Intenta alternar entre audiolibros, podcasts, listas de reproducción y silencio.Cambia tu rutina diaria.
Cuando tienes las mismas rutinas, es más fácil ir en piloto automático. Cámbiala un poco. Esto te ayudará a sentir cada instante como más novedoso y a aumentar tu sentido de presencia.Limita el uso de la tecnología.
Los dispositivos atraen tu atención hacia afuera, lejos del momento presente. Desconectarte de tus dispositivos te llevará instantáneamente de vuelta a donde estás.Escribe sobre tus pensamientos en un diario.
Dale a tus pensamientos la atención que se merecen. Unos minutos de escritura sobre cómo te sientes los sacarán a la luz y te permitirán procesar y liberar.Conecta con la naturaleza.
Los japoneses practican el “baño de bosque“. Pasea por el campo, la playa o jardines contemplando lo que te rodea. Huélelo, siéntelo. Sal y abraza la belleza de la naturaleza que te rodea.Programa recordatorios en tu móvil.
Recuérdate regresar al presente por unos minutos. Pregúntate en ellos cómo te sientes, sugiérete hacer algo que acreciente tu bienestar o pídete hacer un poco de Reiki.Practica la gratitud.
Aprecia lo que tienes, incluso lo básico como agua, comida y hogar. Esta emoción de alta frecuencia cambiará tu energía de tu cabeza a tu corazón.