Desde el punto de vista de un practicante de Reiki, el ser humano está perfectamente capacitado, en un mundo perfecto, para eliminar cualquier infección sin ninguna ayuda externa. Entonces, ¿por qué sufrimos infecciones?
Generalmente, un cuerpo equilibrado energéticamente tiene todas las defensas necesarias para protegerse de las infecciones, pero todos sufrimos de “bloqueos energéticos”, que suelen ser causados por estados mentales o emocionales, que significa que la energía en nuestro cuerpo no fluye libremente. Esta situación resulta en una bajada de defensas y un desequilibrio que debilita el cuerpo, haciéndolo susceptible a las infecciones.
Una infección también puede ser una “llamada de atención” de nuestro cuerpo que nos trata de decir que nuestra forma de vida está causando un desequilibrio físico o un estado energético bajo, por ejemplo por un consumo excesivo de drogas, alcohol, mala alimentación, etc.

Cómo funciona el Reiki para tratar las infecciones
El Reiki canaliza energía hacia la persona que la recibe para sanar el cuerpo, la mente y las emociones. Por lo cuál esta “Energía Inteligente” como la llaman muchos, sirve para subir nuestros niveles energéticos, permitiendo al cuerpo luchar contra la infección.
El Reiki puede ser aplicado por un practicante profesional, pero donde se diferencia de otras terapias es que cualquier persona puede aprender Reiki en un curso de Reiki para hacerse un auto-tratamiento. Además, el Reiki equilibra y desbloquea nuestro sistema energético de modo que nuestra energía personal, liberada de bloqueos, fluye con más facilidad hacia la zona afectada. Lo importante es que el Reiki ayuda al cuerpo a auto-sanarse
En pacientes con SIDA, por ejemplo, las pruebas médicas indican que el paciente experimenta un incremento en sus funciones inmunológicas (un incremento en los T-linfocitos, por ejemplo) después de unas sesiones de Reiki, porque el cuerpo en sí incrementa su capacidad para luchar contra la infección. Además, el Reiki parece funcionar a largo plazo, a menudo cambiando los hábitos que ocasionaron la bajada de defensas e incluso puede llegar a liberar las emociones que causaron el bloqueo energético original.
Tipos de infecciones
- Infecciones agudas o puntuales: Infecciones de las vías urinarias, infección vaginal, llagas en la piel, heridas infectadas etc. suelen desaparecer o experimentan una considerable mejora después de un tratamiento de 4 sesiones. Al principio se suele notar un alivio de los síntomas, seguido por una mejora general del estado físico y una eventual desaparición de la infección en sí.
- Infecciones Crónicas: El Reiki actúa a largo plazo, sanando nuestro sistema energético y aumentando nuestra capacidad para luchar contra enfermedades crónicas. No obstante, siempre decimos que “Reiki no hace milagros”, por lo cuál una infección crónica como infecciones pulmonares, por ejemplo (bronquitis), psoriasis o el herpes genital suele necesitar un periodo prolongado de tratamiento de varios meses.