Mi objetivo en este artículo es recordar a los practicantes que el Reiki es mucho más que un ejercicio que se practica un rato para olvidarse de él durante el resto del día: Puede convertirse en un compañero al que recurrir de forma constante con un simple pensamiento, que se presentará al instante para ayudarnos a mantener un estado óptimo de bienestar, ayudándonos de mil formas diferentes, tanto en los asuntos graves como en otros más triviales.
Reiki en la Peluquería
Ayer estuve en la peluquería, acontecimiento que para mí es siempre aburrido y desagradable.
Tenía por delante un montón de tiempo lastimosamente malgastado, y ese pensamiento y el cotorreo a mi alrededor, me impacientaron rápidamente.
¿Qué podía hacer para darle la vuelta a esa situación? ¡Reiki, por supuesto!
Una sesión de Reiki rápido me daría la paciencia para soportar aquel tormento, relajación y muchos otros beneficios.
Puse manos a la obra con la postura más discreta de todas en mi situación: las manos sobre el tantien o segundo chakra, es decir, alineadas bajo el ombligo.
El tantien es la hucha en la que almacenamos energía, así que siempre viene bien añadir un poquito más.
Al rato me hallaba sonriente cual Buda, y con mucha más tolerancia al evidente hecho de que mi peluquera había citado a demasiadas personas a la misma hora.
Cuando sentí que ya era suficiente, me pregunté en qué más podía aprovechar el tiempo, y decidí pasar a otra cosa también sumamente discreta: enviar Reiki a distancia (esta técnica se aprende en los cursos de segundo nivel).
Junté las manos y canalicé, lo cual me condujo a un estado de relajación mayor, y, como era para otra persona, sentí también la satisfacción de ayudarla.
Enviar Reiki a distancia en los ratos muertos es una idea genial. Hay montones de tipos para escoger, por lo que siempre encontraremos uno que nos venga estupendamente. Podemos enviárselo a otra persona, a nosotros mismos, a nuestros animalitos, plantas…, puede ser para temas de salud, para mejorar una relación, para que se nos dé bien una entrevista o negocio, para encontrar la casa de nuestros sueños, para ayudarnos a tomar una decisión… Lo podemos enviar para ese mismo momento o para un tiempo futuro ¡Así que hay mil opciones!
Más Experiencias con el Reiki Rápido sobre la Marcha
En su blog Reiki Lifestyle, las experimentadas practicantes Collen Benelly y su hija Robyn hablan de estos usos cotidianos, rápidos y constantes del Reiki, que hacen de él realmente un estilo y un compañero de vida.
Robyn cuenta:
“Utilizo Reiki sobre la marcha como parte de la solución para mi salud mental diaria. Con ansiedad médicamente diagnosticada, uso Reiki, junto con dieta y ejercicio, para ayudar con mis síntomas. Si bien este puede no ser el caso para todos, ahora puedo controlar mi ansiedad sin medicamentos.
Con Reiki, la ansiedad diaria es ahora la excepción, no la regla. Mis síntomas incluyen pensamientos obsesivos e intrusivos, y practicar Reiki sobre la marcha me ayuda con ellos. Los símbolos son una solución poderosa para mí. En un escenario “sobre la marcha”, si tengo charla mental, invoco el símbolo mental/emocional SHK (Sei He Ki) para ayudar a romper el ciclo. Cuando tengo pensamientos intrusivos o depresivos, uso el símbolo de poder CHK (Cho Ku Rei) y el símbolo de distancia HSZSN (Hon Sha Ze Sho Nen) para ayudar a curarlos y liberarlos.
Algunos días tengo tiempo para sumergirme en una sesión de Reiki, otras veces solo tengo cinco minutos, y muchas veces no tengo tiempo, así que voy invocando los símbolos mientras conduzco, limpiando o trabajando, y veo como mi día, de repente, mejora.
El Reiki me ayuda a manejar mi mente y pasar del nivel de los problemas al nivel de las soluciones.
El Reiki puede revelar el propósito, las prioridades y las acciones que necesito para lograr mis objetivos. Me ayuda a desarrollar los rasgos de personalidad, las habilidades y los recursos que necesito para mi vida diaria. También me ayuda a sanar obstáculos, limitaciones y viejas heridas que pueden desencadenar mis problemas, y a recibir orientación sobre las soluciones. Me empodera y me da claridad mental para mis elecciones y acciones diarias.
Cuando mi mente entra en pensamientos improductivos o negativos, invito al Reiki a que me ayude a cambiar mi enfoque hacia las soluciones”.

No debemos bajar la guardia por el hecho de ser practicantes asiduos o tener un nivel avanzado. El estrés nos espera a la vuelta de cada esquina, pero podemos mantenerlo a raya mediante breves “momentos Reiki”.
Robyn tiene experienias de primera mano acerca de esto:
“Antes de tener un bebé, pensaba que sería una madre muy tranquila y zen. Tenía todo tipo de ideas sobre el tipo de madre que sería. Después de todo, soy una Maestra de Reiki y una persona “relajada” en todos los sentidos. Luego tuve un bebé y todo lo que creía saber cambió.
Mi bebé nunca ha dormido bien, es extremadamente activa e independiente y tiene ojo para las cosas más peligrosas de una habitación. Afortunadamente, tengo Reiki sobre la marcha. Es una herramienta para manejar mi estrés, mi mente, mis emociones y mi energía.”.
La madre de Robyn, Collen, explica que, en su experiencia de muchos años, el Reiki responde de inmediato a cualquier método de invitación que se le haga, por fugaz y poco ceremonioso que sea: un simple pensamiento es suficiente.
“También uso la técnica Kokiho, enviando Reiki y bendiciones con mi respiración. Lleno mi aliento con Reiki y lo envío a través de mis manos a los demás, como si estuviera lanzando un beso.”
El Reiki funciona de cualquier manera que le pidamos, ya sea por períodos prolongados de tiempo o durante un momento para una necesidad inmediata.
¿Te tuerces un tobillo caminando por la calle, sin tiempo ni para detenerte? Reiki aquí y ahora para mi tobillo. ¿Un familiar enfadado amenaza con arruinar la fiesta? Reiki aquí y ahora para mejorar esta situación. ¿Quieres aprovechar más el tiempo mientras te duchas? Reiki aquí y ahora para mi mayor bien. ¿No tienes claro si volver a salir con ese chico? Reiki aquí y ahora para decidir lo mejor. ¿Estás pasando la aspiradora? Reiki para mi madre esta noche cuando esté en la cama.
¿Lo has pillado? Pues una más: ¡Reiki aquí y ahora para acordarme de pedir Reiki!